2017 Sept
Hay vida más allá de la manzanilla y el té con limón sin necesidad de parecer un/a ‘hierbas’. Las infusiones o la mezcla de ellas son un excelente recurso en cualquier momento del día, incluso como sustituto del café en el desayuno. Hay tantos sabores, tantos aromas y tantas posibilidades que no me puedo creer que no exista una receta que no te guste.
Hay que reconocer que hay gente muy reacia a sabores distintos que se salgan de lo que conocen o que no soportan las texturas acuosas y el tema hierbas o especias les tira para atrás. Creo que hay que probar y re-probar nuevos sabores y texturas para educar al paladar. Comer no es sólo tragar para llenar el buche, es un placer para los sentidos, pero también hay que entrenarlos.
¡Quítate los prejuicios y prueba a probar!
Hace unos días publiqué una entrada en Facebook donde escribía lo que había desayunado, además de poner una foto. Me hizo gracia recibir un comentario en tono simpático de un conocido enel que me preguntaba si no sería –demasiado sano-. Es cierto que le contesté algo así como que parecía una ‘hierbas’.
La publicación rezaba algo como:
Para empezar el día de otra manera he preparado un té negro de pistacho y trufa de http://www.teasinensis.es/es/, una cucharadita de polen fresco, una de miel, otra de semillas de chía y un dedo de leche. Hoy ha sido de soja
Una buena rodaja de melón y pan con aceite y sal.
Te recomiendo que busques las propiedades de la chía y el polen y te enamores de ellas. ¡Hay que probar y combinar!
¿Qué me recomiendas para mañana?

¿Qué os llama la atención de este desayuno?, ¿el pan con aceite? ¿la fruta?, seguro que no. Apostaría a que ha sido el té, las semillas de chía y el polen. Pues, aunque os resulte extraño no hay que ir en busca de una ‘tienda green’ ni tampoco ir de peregrinación para encontrar esto; las semillas del chía y el polen lo venden en casi cualquier supermercado. Yo he utilizado polen fresco, que hay que conservar en el congelador, porque me surgió la oportunidad de comprarlo, pero valdría perfectamente el envasado.
Las semillas de chía son una gran fuente de minerales y ácidos grasos Omega-3 entre otros componentes beneficiosos, contienen antioxidantes y son un elemento natural contra los picos de azúcar en sangre. ¿Son buenas?, sí. ¿milagrosas?, en absoluto. De hecho, te recomiendo que leas varios artículos antes de decidirte a tomarlas, sobre todo aquellos que hablan de sus contraindicaciones. No son nada caras, si echáis un vistazo por Amazon podéis encontrar 1kg de semillas orgánicas por unos 10€. Yo suelo comprar cantidades más pequeñas y en tiendas físicas suelen ser más baratas. Por unos 2 o 3 euros, tenéis para aderezar unas cuantas infusiones (o ensaladas 😉 )
Una característica curiosa es que están recubiertas de una capa que, al mezclarse con líquidos, se vuelve gelatinosa. Si las añades a una infusión le da a ésta un toque distinto, no aportan sabor pero si provocan una sensación distinta en la boca, tropiezos suaves y pequeños, sobre todo al final, porque se acumulan en el fondo. Es como añadir piñones a un té turco, es un buen colofón para el último trago.
Con respecto al polen de abeja, seguro que a varios/as de vosotro/as os lo ha puesto cuando erais pequeños/as mezclado con el zumo, la leche o el yogur. Es un fantástico reconstituyente usando desde hace mucho. Además de estar bueno, también proporciona una textura menos acuosa a cualquier infusión.
Ojo, antes de tomar polen, es imprescindible verificar que no tenéis alergia.
Hasta donde me alcanza la memoria he probado cinco clasificaciones de té, aromatizados y puros; los ordeno por cantidad de teína: negro, oolong ó azul, rojo, verde y blanco,
¿sabíais que parte de su sabor y su color viene dado por la oxidación de la hoja? Es algo similar al vino, depende del tipo y propiedades de la uva y de su fermentación.
Cualquiera de esos tés, aromatizados o puros, pueden satisfacer cualquier paladar, los hay muy amargos, dulces e incluso cítricos. Ideales para tomar solos, con una nube de leche, fríos, con hielo,…
¿Sabías que puedes preparar una infusión en agua fría? Vierte 4 cucharitas de té en un litro de agua a temperatura ambiente y déjalo macerar unas 6 horas (por la noche es un buen momento).
Cuélalo y listo. Tendrás una infusión deliciosa para ir consumiendo a lo largo del día. Puedes dejarlo en tu mesa de trabajo en lugar de tu botella de agua habitual.
¿Qué tal un té verde con arándanos? ¿o con fresa natural?
Té negro
90º-100º
3min. aprox.
Té azul (OOlong)
80º-85º
3min. aprox.

Té rojo (Pu-erh)
90º-100º
3min. aprox.
Té verde
70º-80º
2min. aprox.
Pues has de saber que la teína y la cafeína son la misma molécula, son lo mismo.
Pero entonces, ¿por qué altera menos el té que el café?. Hay dos motivos principales, si veis la tabla de contenido en cafeína podéis observar que el té, de manera general, tiene menos cantidad de cafeína que el café pero, además, no nos altera tanto por un motivo, la absorción de la cafeína se ve alterada por el alto contenido en taninos (polifenoles) del té. A mayor contenido en taninos, más lentamente absorberá el cuerpo la cafeína y menos ‘subidón’ notaremos.
- Café – 80mg 100%
- Té negro – 30-50mg 62.5%
- Té rojo (Pu-erh) – 20-30mg 37.5%
- Té azul (OOlong) – 15-20mg 25%
- Té verde – 5-10mg 12,5%
- Té blanco – 1-5mg 6,25%
- Rooibos – 0mg 0%
Si quieres reducir el efecto o el porcentaje de la cafeína del té te voy a dar dos opiciones,
- la cafeína se disuelve muy rápidamente en el agua, así que puedes tirar el primer agua de infusión y volver a utilizar las mismas hojas. No hace falta que esperes mucho entre el cambio de aguas, es más como escaldar las hojas del té.
- La segunda opción viene dada por los taninos que reducen la absorción de la cafeína. Éstos tardan bastante más en disolverse así que, cuanto más tiempo tengas las hojas de té en infusión, más taninos habrá. El problema es que los taninos provocan ese sabor amargo y astringente característica de un té ‘mal hecho’. La sensación de los taninos es como si tuvieses la lengua áspera y también es muy evidente en los vinos tintos.
El rooibos es una planta de origen sudafricano cuyo nombre significa arbusto rojo y al que también se le conoce como té rooibos pero que no debe confundirse con el té rojo pu-erh, ya que realmente no proviene de la planta del té. Se consume principalmente en infusión y tiene un color rojizo característico que proviene de la oxidación de las hojas y un sabor ligeramente dulce, aunque no contiene azúcar.
Al contrario de lo que mucha gente opina no tiene teina, cafeína ni ningún alcaloide similar y es apto para el consumo de personas hipertensas y niños/as. Además tiene un alto contenido en nutrientes antioxidanes.



Según la wikipedia, la tisana es la bebida que se consigue al hervir determinadas combinaciones de hierbas o especias en agua. También se refiere a frutas secas o deshidratadas y cortezas. Habitualmente, tiene una connotación medicinal aunque no siempre tenga este objetivo.
El agua queda impregnada de sustancias solubles que pueden aportar efectos beneficiosos para la salud. En la actualidad, son frecuentemente utilizadas, al igual que se han utilizado a lo largo de milenios en muchas culturas. Sus propiedades, según su composición, se han estudiado por innumerables científicos de dichas culturas, incluidos científicos modernos. En las escuelas de farmacia modernas, se estudian los efectos beneficiosos de muchas plantas sobre la salud. Muchos de los principios activos de las plantas que tradicionalmente se han venido utilizando en forma de tisanas, son hoy en día sintetizados y añadidos a medicamentos sintéticos con el fin de controlar mejor el proceso productivo, y también el económico.
Tengo que decir que cada día hay más lugares con carta de té. Si es así, te recomiendo que optes por un té verde o blanco si no eres muy aficcionada/o al sabores fuertes, pero ten cuidado con dejar demasiado tiempo el té en el agua, sobre todo el verde, para evitar que se produzca ese sabor amargo final que no suele gustar.
Si eres de sabores más potentes, tírate a por los rojos, azules o negros en cualquier variedad. Si necesitas aportar cuerpo, añade leche a la ecuación (empieza a haber también multitud de lugares donde tienen varios tipos de leche para las personas alérgicas o intolerantes a la lactosa).
Si no tienen oferta de té, no tienes porqué resignarte, te voy a explicar la diferencia entre un té inglés y un té americano.
¿Y qué es un té americano? Pues es un té innfusionado en leche, es decir, en lugar de agua hirviendo tienen que poner leche, además debería de estar servido con una corteza de limón y canela. Os aseguro que es una auténtica golosina, me recuerda mucho al sabor del arroz con leche. Probad a hacerlo en casa y me decís. Sé que no os va a defraudar, sobre todo si sois golosos y lo endulzáis.
Me apena que no conozcan en muchos sitios la diferencia pero, si os apetece un té americano, siempre podéis pedir un té hecho en leche e iluminar al camarero/a con vuestros conocimientos pidiéndole un poco de canela (el limón ya es para nota)



Mi recomendación: no hay nada menos ‘romántico’ que coger el paquete de té en la estantería del supermercado; entra en una tienda especializada donde te asesoren y te den a oler (sí, a oler) distintos tipos de infusiones para ver si hay alguna que te entre por la nariz, comenta tus gustos y escucha. No tengas prisa, disfruta de las sensaciones, de los olores, fíjate en que hay todo un mundo asociado al consumo de infusiones donde cada uno tiene sus manías y cada persona que entra desarrolla las suyas propias. Yo, sin ir más lejos, tengo una manía asociada a las tazas, me encantan las de porcelana de bocado fino y preferiblemente altas. No soporto esos mugs de paredes gruesas de loza que parece que te han regalado con el paquete de 5kg. de Colacao; prefiero quedarme si té.
Otra manía, siempre utilizo hervidor de agua (concretamente éste), es mucho más rápido y mucho más cómodo, si lo pruebas no volverás a calentar el agua en el microondas.
Así empecé yo y soy una auténtica fan y, a base de hacer probar, estoy introduciendo a mi familia y amigos.

Gracias por leerme y seguir siguiéndome,
By Mandarina
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Soy de los que como mucho se tomaba una manzanilla cuando tenía el estómago descolocado, pero desde que he ido a tiendas especializadas y he descubierto ese universo de olores y sabores tan dispar y embriagador, cada vez me siento más embrujado por el mundo de las infusiones.
Las mezclas son tan originales e infinitas, que cada vez que pruebo nuevos tés, rooibos e infusiones en agua y/o leche, mis sentidos del olfato y el gusto hacen un nuevo descubrimiento.
Fascinante.
Pura poesía, Alfredo. Me parece evocadora tu descripción ✨
Q apetecible!!!me tomaría uno ahora mismo.jjjiijii. Con tanta información habra q ponerse manos a la obra y probar alguna de tus recomendaciones Mandarina.
Cuando quieras Susana 😀. Te recomiendo empezar por un té Americano, sobre todo con estos días de lluvia ☔️
Toda una lección, gracias. Empezaré a descubrir ese magnífico mundo del que hablas.
Altamente recomendable y todo un mundo por descubrir
Estoy convencido de que no me gustan las infusiones pero viendo el título del artículo esto parece inviable. Alguna sugerencia para darles otra oportunidad?
Hola Arbolero.
Está claro que no a todo el mundo le gusta lo mismo pero mi recomendación es que vayas a una tienda de té donde te dejes asesorar según tus gustos generales.
Si te gusta el dulce, quizá un té negro de vainilla con leche?
Si te sirve de algo, yo soy de té especiado, tipo chai, o de aromatizados con frutos secos.
Y para desayunar, debo llevar ya 2kg de té rojo con vainilla y limón con un dedo de leche y miel.
Esto es sólo un ejemplo, la única sugerencia que te puedo dar es que pruebes y pruebes….
Gracias por comentar 😁
Gracias por aconsejarme 🙂